La cama desecha

La cama desecha

1-Ya está. Ya se fue. Ya le cerré los ojos. Ya vinieron a buscarla. Todo quedó vacío. Un olor profundo a ausencia. Sin sábanas, sin azalea, solo sus almohadas, su frazada de lana, su cubrecama tejido al crochet con sus propias manos, con sus cuadraditos de colores. Todo revuelto, todo húmedo con el frío de la muerte que acaba con todo. La cama ha quedado deshecha, sin ella, sin vida.

2-Juegan los cinco en la cama de papá y mamá. Hoy hay un permitido. Saltan saltan. Almohadas y almohadones por el aire. La cama deshecha de alegría de risas, como abejas que salen del panal. Saltan saltan como cachorros felinos en busca de su presa, como delfines en el mar, baten sus brazos con sábanas y fundas de capas, parecen colibríes. Saltan saltan como ranas en los charcos como cabras ágiles en la montaña y se lanzan sobre el colchón. Ni canguros ni conejos son tan felices. Mi cama deshecha hoy es un zoológico eufórico y radiante.

 3-Después de tanto amor, tanta pasión, tu cama está deshecha. Bajo las sábanas azules de razo hay cielos estrellados, junto a las almohadas hay nubes de besos y caricias. ¿Cómo ordenar este lecho de azaleas sin relojes, este tálamo no nupcial, prohibido atrevido, questo letto roto, sin perdón?