
¿Cómo contarles quién soy?
Tal vez alguien tendría que hablar de mí.
Nací hace 65 años en una ciudad llamada Ramos Mejía, del partido de La Matanza de la provincia de Buenos Aires, Argentina, en octubre de 1955. En septiembre, un Golpe de Estado instala una dictadura y Perón comienza su exilio de 18 años. Si bien crecí en democracia mi adolescencia transcurrió durante otra dictadura y después de cuatro años de gobiernos democráticos y el regreso de Perón a su patria nuevamente los argentinos y argentinas transitamos la más cruel y despiadada dictadura y un genocidio con 30000 desaparecidos. Entretanto la vida continuó en esta Latinoamérica maltratada y pobre. En 1983 se instala la democracia que aún sostenemos por un NUNCA MÁS, pero más allá de los filósofos, los economistas, los políticos nuestra tierra sigue luchando por dejar de ser una patria pobre, injusta y cautiva. Este es más o menos, mi mundo.
Vivo actualmente en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Mataderos. Fui docente durante treinta años, en las modalidades de primaria, secundaria, terciaria, adultos, en institutos de menores con jóvenes privados de su libertad, en la modalidad hospitalaria y domiciliaria. Jubilada desde 2013. La Psicología Social y la filosofía son otras de mis pasiones.
Escribo desde que aprendí a leer y viceversa. Sin embargo, hace unos años que me dedico a darle algo de forma a mis relatos. Incursiono en la narrativa y escribo pensando en la niñez y algunas veces en esos niños y niñas que crecen.
Como lectora siempre me pregunto para quién escriben los que escriben, para qué público, para qué escribimos si no es para ser leídos. Enunciamos, anunciamos, denunciamos. Escribo porque calma mi desasosiego e intento ver el mundo con humor en el papel, menos trágico, menos desolador. Sé que hay que tener talento para ser una buena escritora, pero también poseer disciplina y pasión. Yo sólo tengo alegría.
“Soy de ese tipo de personas
que no acaba de comprender las cosas
hasta que las pone por escrito.” Haruki Murakami, Tokio Blues
Los invito a leer y a compartir. Muchas gracias.