A fin de cuentas me pregunto si el verdadero movimiento del mundo no es el canto.
Muriel Barbery. La elegancia del erizo. CABA. Booket,2021
Cuando llegamos al mundo somos paridos con gritos de dolor y llantos y risas compartidas.
Crecemos con canciones de cuna y nanas que arrullan nuestro sueño, calman el hambre.
Tarareamosentonamoscanturreamossalmodiamos al jugar bailar y aprender qué es amor.
Sutilmente la música envuelve nuestros cuerpos, penetra y recorre cada humano espacio.
¿Tenemos cuerdas vocales? Entonces podemos cantar, respirá profundo, soltá tu voz.
Cada mañana cantan pájaros en mi ventana, mi día comienza.
Marchamos cantando por nuestros hermanos desaparecidos en la dictadura
y canto eterno a los pibes de Malvinas.
Mi Patria toda canta a la libertad.
Cantan mis árboles sonidos de esperanza.
Canto en silencio mis penas,
escucho los cantos ancestrales.
Mi alma alaba.
Moriré cantando.
¡Cantemos!