Ayer desapareció la loca de los gatos.
Tristes, los gatos subieron al techo.
Por las noches maúllan buscándola.
Dicen que la vieron
subida al tejado
ronroneando sutil.
¡Loca!
Lujuriosa
camina lentamente,
mira la luna,
peina sus blancos cabellos,
estira sus brazos y piernas.
Mudada en una vieja gata mañosa dejó el humano mundo por siempre jamás.