UN CÁLIDO ENCUENTRO

No sé por qué amo el invierno. Yo que lo sufro tanto. Siempre mis manos y pies, fríos. Camino encogida y me convierto en un bicho bolita. Sin embargo amo las bufandas los guantes los gorros, combino los colores, todo en rojo, todo en verde, todo en naranja furioso.

Disfruto el chocolate el café los guisos las sopas de verduras y fideos de letras o caracolitos las chimeneas y las estufas, su murmullo y llamas azules.  Me gusta salir a caminar y que mi falda se vuele con el viento sur, comprar suculentas en el negocio  de doña Palmira y encontrarme con el bueno de don Cirilo en la calle, en la vereda soleada. Siempre lleva un libro debajo del brazo y se le caen las letras de las páginas muertas de frío y dicen cosas, frases oraciones onomatopeyas poemas olvidados romances.

El otro día, sin ir más lejos, su bufanda se enredó en mi cuello y de su libro salieron volando unos increíbles TE AMO TE AMO TE AMO. Don Cirilo se puso colorado y yo me ruboricé también como una niña.

Hoy estamos invitados a tomar el té de doña Palmira.