sin solucion

sin solucion

Sin Solución

Y llegó la peste que hizo presa en Buenos Aires. Su carácter expansivo y la celeridad del contagio acrecentó la pestilencia, su naturaleza era desconocida. Todos morirían, así que todas y todos se volvieron alcohólicos lujuriosos drogadictos glotones iracundos. Ni el miedo a Dios ni a la Ley fueron suficientes. Los que alcanzaron a vencer la epidemia quedaron gravemente afectados y no aprendieron nada. Hoy cubiertos de oro transitan como fantasmas buscando cómo y dónde suicidarse.