BREVES 1 2 3 …

SIN EDITAR

A veces cuando estoy editando audios para la radio, que cortás, pegás, vas para adelante para atrás, agregás, cambiás, ponés fondo…pienso que lo más hermoso que tiene la vida es que precisamente no se puede editar.

IGUALES

Después de cincuenta días de peste el Consejo de Principales decidió la Gran Quema. Allí fueron el sarcófago del Rey, el féretro del Obispo, el ataúd del comerciante, el cajón del zapatero y la caja de cartón de mi padre, el mendigo azotacalles. Ovillada detrás de un muro disfruté ver cómo ardían todos juntos en la misma hoguera radiante.

REENCARNACIÓN

Le encanta hacer montoncitos de tierra o piedra si está en el jardín de atrás. Si está en casa los hace con bloques, fichas, piezas de rompecabezas o me pide porotos lentejas semillas. La señora me había dicho que le diera sin temor a que se metiera alguna semilla en la nariz. Ya estaba grandecito. Un día, intrigada, le pregunté:

-¿A qué jugas?¿Qué son esos montoncitos?

– Mirá, estos son los negros y algunos marrones, estos los chicos discapacitados, aquí están los presos, aquí los locos, aquí los villeros, en éste viven los raritos y las raritas, aquí duermen las maestras que dan muchos deberes y en este, ¿ves?, en este estás vos, los sirvientes. Dice papá que les tengo que tirar el covid19.

-Pero Adolfito, eso no está bien.

-No te preocupes Romi, a tu montoncito lo necesitamos. Los niños nos cansamos de explicar todo.

SUBIR SUBIR

Se apresuran a subir escaleras porque hay que llegar a la torre, parar el diluvio la tormenta los incendios los terremotos los maremotos la deforestación la depredación de la fauna el cambio climático las hambrunas las sequías la injusticia social, la guerra, las guerras. ¡Suban las escaleras! ¡Por favor, suban! ¡Lleguen a lo alto del Cielo, donde Dios les oiga, les escuche!¡Donde pidamos perdón perdón perdón! ¡Y ayuda socorro misericordia!¡Que no nos abandone! ¡Extiendan las escaleras! No hay mucho tiempo.

OBJETOS

Todos los objetos del mundo externo son espaciotemporales. Por ejemplo: Mi taza de café con leche cuando tenía diez años en mi mesa de madera de Ciudadela.

                Mi blazer azul de la secundaria a los diecisiete años en el Elizalde.

Mi muñeca Patricia vestida de azul cuando jugaba en el patio de mi casa en 1960.

Cada objeto tuvo MI tiempo y Mi espacio. Ya no están los objetos, ni ese tiempo ni ese espacio, queda el MI. Quedo YO, también un objeto espaciotemporal. Fragilidad.

LLEGÓ DESDE LEJOS

Aquel viernes de otoño doblé en Carhué y me detuve a comprar un chicle Bazoka, volvía de clases contenta, había aprobado Geografía y pasaba a quinto año del bachillerato. Un extraño perfume a jazmines llegó desde lejos junto con el ruido del tren. El cielo azul intenso me llenó de alegría. Prendí mi abrigo y hallé en el bolsillo derecho, ¡oh sorpresa!, mi carnet de PAMI  perdido. Allí entendí que estaba envejeciendo.